a volar

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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Documentos TV. "¿Generación perdida?"

Las generaciones de jóvenes españoles que han crecido durante la democracia están afrontando uno de los más desagradables resultados que ha provocado la actual crisis económica. Se trata posiblemente de las edades con mejor preparación en toda la historia de nuestro país, que a su vez convive con otra gran generación de los que decidieron abandonar los estudios en busca de un rápido y factible salario y actualmente componen una amplia sección de población "analfabeta".




martes, 15 de diciembre de 2015

La educación y sus promesas infundadas. Formando desdichados

Estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) defienden que la cota de educación en formación profesional y universitaria está aumentando considerablemente, y sin embargo no se obtiene un rendimiento en la tasa del desempleo a nivel mundial, es decir “la educación tal y como la planteamos no funciona de herramienta contra la desocupación”.

A pesar de existir un progreso favorable con respecto a los trabajadores mejor formados que presentan una mayor predisposición a obtener ingresos superiores o mejores condiciones de trabajo, en la realidad los trabajadores con estudios superiores no manifiestan una mayor oportunidad a la hora de encontrar empleo. Esto evidencia el desarreglo entre individuos calificados y el número de puestos vacantes que se ajustan a las competencias y salidas, y que si no se repara este problema podría entorpecer el desarrollo económico de la propia nación.




Este fenómeno está causando en España una amplia variedad de inconvenientes psicosociales, sobretodo en grupo determinado de la población considerado ya como la “generación perdida”, en la que los jóvenes con mayor formación en toda la  historia de España han sufrido de lleno el impacto de la crisis económica sobre sus sueños.




La crisis económica actual conlleva una verdadera crisis existencial, en la que la propia dificultad que en sí conlleva la juventud, hoy se enfrenta a un mercado laboral muy complejo que ofrece muy pocas oportunidades, abocados a un fracaso sistémico y a una sociedad que no permite alcanzar el espacio al que han dedicado la inversión de prácticamente media vida. 

Es el vivo retrato del contrato social nunca redactado que garantiza un buen cargo laboral a cambio de sacrificio y mérito.




Actualmente en España el 42% del desempleo pertenece al desempleo juvenil que coexiste con la enorme tasa de empleo temporal y trabajo precario, donde dos tercios de los jóvenes presentan una situación económicamente precaria extremadamente dependiente. Ser mileurista puede considerarse una verdadera fortuna, con miles de jóvenes trabajando como becarios o sin cobrar y siendo prácticamente imposible independizarse del lecho familiar e iniciar una vida propia.



lunes, 14 de diciembre de 2015

La familia en la educación

El ser humano en contraposición al resto de la mayoría de animales nacemos en unas condiciones indefensas y es necesario para sobrevivir de un mantenimiento duradero al cargo de individuos más adultos y experimentados. En torno a esta situación, todas las comunidades a lo largo de la historia se han estructurado mediante colectivos parentales pequeños o familias.

Si encuadramos a la familia dentro de la jerarquía social, nos encontramos con un conjunto de individuos en interacción que actúa en base a unas reglas comunes y con una serie de objetivos y limitaciones repartidas. Algunos autores añaden a las condiciones de familia como grupo social la característica de una vivienda compartida, la contribución y apoyo económico entre los individuos, la reproducción y el grado de subordinación interno.

La familia como organismo social permite satisfacer un conjunto de necesidades y aspiraciones por lo que de forma habitual conforma una verdadera configuración colectiva universal en todas las sociedades. La estructura que adquieren sin embargo, así como el papel que presentan, difiere de forma muy señalada tanto en el tiempo como en la zona en la que se encuentre, originando variados sistemas familiares. Pueden darse desde familiar poligámicas a familias monogámicas, familias con padres separados o familias monoparentales, etc. no obstante todos estos grupos mantienen una serie de características comunes, por lo general es la cultura circundante los que marcan la diferencia.



Los padres son los educadores natos de sus hijos con respecto a la naturaleza de la paternidad, y su misión es generar la vida y mantener la especie. La vida humana no culmina con engendrar nuevos individuos, es necesario continuar un proceso de desarrollo y maduración hasta que los descendientes sean autónomos y puedan continuar el proceso evolutivo de reproducción y conservación de la descendencia siendo realmente importante la educación en el nicho familiar.

En cuanto al proceso de instrucción padres-hijos, es imprescindible inculcar una información sobre diferentes situaciones y  procesos de la vida misma como conveniencia sobre un futuro profesional, la vida general en la sociedad y la escuela, política del país y gobierno, participación en situaciones cotidianas, integración en entornos sociales, maduración física y psicológica, cultural, moral, afectividad familiar, problemas interno etc.



Por otro lado se debe destacar la función por parte de los padres del mantenimiento económico de los individuos no productivos (hijos en etapa educativa, discapacitados, en paro, etc.) así como el reparto de labores domésticas e instrucción en la organización del globo económico y laboral, comunidad de consumo, y la satisfacción de necesidades básicas como el alimento, casa, ropa, luz, etc.




Es un requisito imprescindible para un educador, diferenciar los diferentes tipos de familia que pueden presentarse en la comunidad, con los numerosos papeles dentro de ella debido a la situación económica, psicosocial, personal, etc. La diversidad en un aula es totalmente ineludible pero sin soslayar la semejanza e igualdad entre todos nuestros alumnos sea cual sea su situación familiar.

Bibliografía

Fernández, I. (2013, 01). Sociedad, familia y educación. La sociología de la educación en la formación del profesorado.. Revista de Asociación en Sociología de la Educación, 6,

viernes, 4 de diciembre de 2015

Baremo social del sistema educativo

Nuestro sistema educativo conlleva una serie de  incoherencias a raíz del “poder social”, que deriva de forma general en una diversa desigualdad escolar. A día de hoy la educación está declarada como un derecho humano universal que se ha de garantizar a todos los ciudadanos. No obstante, atendiendo a la funcionalidad de la demanda económica  la enseñanza está dirigida a la preparación de personas para el desarrollo  tecnológico-económico y los llamados mercados globalizados. Las escuelas tienden a priorizar los procesos selectivos sobre el propio papel de enseñanza, elaborando así  sus estrategias de impulsar el mérito, la competitividad, la subordinación, etc. Estas ideas se potencian mediante sistemas de evaluación externa estandarizada bajo baremos de capacidad productiva, y con métodos de gestión comunes para un mercado, que relevan gradualmente la responsabilidad de los centros para evaluar el aprendizaje y aprovechamiento personal de la educación.



El sistema educativo, solapa el desarrollo  de las competencias individuales con la clasificación personal a partir de certificados académicos que se convierten en requisito forzoso para competir en la demandada laboral. Es decir, las escuelas dedican su cometido más a certificar las aptitudes de los estudiantes, a su vez  condicionadas por la posición social, cultural y familiar, que a educar y prosperar las capacidades humanas.


Por otro lado, contradiciendo la responsabilidad de formar en  conocimientos, actitudes y valor cívico que capacite al alumnado para poder convivir en una sociedad transigente, nuestro sistema educativo se inclina por moldear una población dócil, ya que las calificaciones actuales tienen una relación más favorable con la obediencia que con la responsabilidad y aptitud social. 


En nuestros institutos estamos creando ciudadanos que asumen su posición en una jerarquía de extremista desigualdad en salarios y derechos. Individuos que se atribuyen su éxito o fracaso escolar dejando de lado la realidad en la que las escuelas reproducen de forma inevitable un sistema de desigualdad. 

A pesar que en las últimas generaciones han aumentado los años de escolaridad obligatoria como inversión en capital humano,  no existe una correlación aparente con el aumento proporcional de los salarios o la calidad de vida. 

Nunca antes los jóvenes tuvieron tanta formación escolar y nunca antes hubo tanta falta de empleos.


Referencias

Lolita, F. (2010, 10). ¿Generación perdida?. Rtve. Obtenido 10, 2010, de http://www.rtve.es/television/20111005/documentos-tv-generacion-perdida/466307.shtml