El ser humano en contraposición al resto de la mayoría de
animales nacemos en unas condiciones indefensas y es necesario para
sobrevivir de un mantenimiento duradero al cargo de individuos más adultos y
experimentados. En torno a esta situación, todas las comunidades a lo largo de
la historia se han estructurado mediante colectivos parentales pequeños o
familias.
Si encuadramos a la familia dentro de la jerarquía social, nos
encontramos con un conjunto de individuos en interacción que actúa en base a
unas reglas comunes y con una serie de objetivos y limitaciones repartidas.
Algunos autores añaden a las condiciones de familia como grupo social la
característica de una vivienda compartida, la contribución y apoyo económico
entre los individuos, la reproducción y el grado de subordinación interno.
La familia como organismo social permite satisfacer un
conjunto de necesidades y aspiraciones por lo que de forma habitual conforma
una verdadera configuración colectiva universal en todas las sociedades. La estructura
que adquieren sin embargo, así como el papel que presentan, difiere de forma
muy señalada tanto en el tiempo como en la zona en la que se encuentre,
originando variados sistemas familiares. Pueden darse desde familiar
poligámicas a familias monogámicas, familias con padres separados o familias
monoparentales, etc. no obstante todos estos grupos mantienen una serie de
características comunes, por lo general es la cultura circundante los que
marcan la diferencia.
Los padres son los educadores natos de sus hijos con
respecto a la naturaleza de la paternidad, y su misión es generar la vida y mantener la
especie. La vida humana no culmina con engendrar nuevos individuos, es
necesario continuar un proceso de desarrollo y maduración hasta que los
descendientes sean autónomos y puedan continuar el proceso evolutivo de
reproducción y conservación de la descendencia siendo realmente importante la
educación en el nicho familiar.
En cuanto al proceso de instrucción padres-hijos, es
imprescindible inculcar una información sobre diferentes situaciones y procesos de la vida misma como conveniencia
sobre un futuro profesional, la vida general en la sociedad y la escuela,
política del país y gobierno, participación en situaciones cotidianas,
integración en entornos sociales, maduración física y psicológica, cultural,
moral, afectividad familiar, problemas interno etc.
Por otro lado se debe destacar la función por parte de los
padres del mantenimiento económico de los individuos no productivos (hijos en etapa
educativa, discapacitados, en paro, etc.) así como el reparto de labores
domésticas e instrucción en la organización del globo económico y laboral, comunidad
de consumo, y la satisfacción de necesidades básicas como el alimento, casa,
ropa, luz, etc.
Es un requisito imprescindible para un educador, diferenciar
los diferentes tipos de familia que pueden presentarse en la comunidad, con los
numerosos papeles dentro de ella debido a la situación económica, psicosocial,
personal, etc. La diversidad en un aula es totalmente ineludible pero sin soslayar
la semejanza e igualdad entre todos nuestros alumnos sea cual sea su situación
familiar.
Bibliografía
Fernández, I. (2013, 01). Sociedad, familia y educación. La sociología de la educación en la formación del profesorado.. Revista de Asociación en Sociología de la Educación, 6,
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