"(...) Me parece que el ideal básico que la educación actual debe conservar y
promocionar es la universalidad democrática. Quisiera a continuación examinarlo con
mayor detenimiento, analizando si es posible por separado los dos miembros de esa
fórmula prestigiosa que, como es sabido, no siempre han ido ni van juntos. Empecemos
por la universalidad en la educación, ¿Universalidad de la educación? Significa poner al
hecho humano -lingüístico, racional, artístico...- por encima de sus modismos; valorarlo
en su conjunto antes de comenzar a resaltar sus peculiaridades locales; y sobre todo no
excluir a nadie a priori del proceso educativo que lo potencia y desarrolla. Durante
siglos, la enseñanza ha servido para discriminar a unos grupos humanos frente a otros: a
los hombres frente a las mujeres, a los pudientes frente a los menesterosos, a los
citadinos frente a los campesinos, a los clérigos frente a los guerreros, a los burgueses
frente a los obreros, a los "civilizados" frente a los "salvajes", a los "listos" frente a los
"tontos", a las castas superiores frente y contra las inferiores. Universalizar la educación
consiste en acabar con tales manejos discriminadores: aunque las etapas más avanzadas
de la enseñanza puedan ser selectivas y favorezcan la especialización de cada cual
según su peculiar vocación, el aprendizaje básico de los primeros años no debe
regatearse a nadie ni ha de dar por supuesto de antemano que se ha "nacido" para
mucho, para poco o para nada. Esta cuestión del origen es el principal obstáculo que
intenta derrocar la educación universal y universalizadora. Cada cual es lo que
demuestra con su empeño y habilidad que sabe ser, no lo que su cuna -esa cuna
biológica, racial, familiar, cultural, nacional, de clase social, etc.- le predestina a ser
según la jerarquía de oportunidades establecida por otros. En este sentido, el esfuerzo
educativo es rebelión contra el destino, sublevación contra el fatum: la educación es la
antifatalidad, no el acomodo programado a ella... para comerte mejor, según dijo el
lobo pedagógicamente disfrazado de abuelita".
Bibliografía
Savater, F., El valor de educar, Barcelona, Ariel, 5ª ed., 1997, págs. 153-154.
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